|
|
|
|
|
La Razon, 11.3.2018 |
|
|
Giordano: Andrea Chenier, Gran Teatre del Liceu, Barcelona, 9. März 2018 |
|
Kaufmann triunfa en el Liceu
|
El tenor debutó el pasado viernes en el coliseo con la ópera escenificada con «Andrea Chénier» |
|
l tenor alemán Jonas Kaufmann, una de las estrellas del firmamento lírico
actual, junto a la soprano norteamericana Sondra Radvanovsky y el barítono
malagueño Carlos Álvarez, revolucionaron el pasado viernes el Gran Teatro
del Liceu con sus memorables interpretaciones en la ópera «Andrea Chénier».
Al finalizar la obra de Umberto Giordano, durante diez largos minutos
estuvo el público ovacionando al trío, junto al resto del elenco y la
Orquesta y el Coro del teatro barcelonés, todavía conservando en la retina
el apoteósico último acto, abrazados Kaufmann y Radvanovsky, en sus roles de
Andrea y Maddalena, antes de llegar al cadalso, donde les espera la
guillotina.
Tampoco nadie había olvidado el momentazo del aria
«Nemico della patria», en el tercer acto, magistralmente interpretado por
Álvarez, en su rol de Gérard, con el respetable pidiendo bises, y el del
aria «La mamma morta», de Sondra, que se estrenaba en el papel y que no
había coincidido antes con Kaufmann, que acabó con lágrimas en los ojos y el
público con las manos rojas de tanto aplaudir.
Tardó, pero finalmente
debutó la noche del viernes en el coso de la Rambla, en una ópera
escenificada, el aclamado tenor bávaro, que ya en el primer acto fue más que
aplaudido con el famoso «Improvviso», y posteriormente volvió a recibir la
aquiescencia de los espectadores en otras intervenciones inolvidables.
Hasta ahora el tenor había estado en el Liceu en un par de ocasiones,
aunque con la Missa Solemnis de Beethoven y luego en el ciclo de lieder
Winterreise de Schubert, pero no se le había podido seguir al frente de una
producción como esta de «Andrea Chénier».
Hace unos días dejó claro
que quería haber estrenado antes en España, ya fuera en el Real o en el
Liceu, en un rol así porque se lo habían pedido muchas veces, pero antes de
aterrizar en uno de estos dos coliseos creía que tenía que actuar en los
cinco o seis teatros «fundamentales» del mundo para cantantes de ópera y
«desgraciadamente» ninguno es español.
La producción de «Andrea
Chénier» en la que ayer participó, y en la que volverá a estar los días 12 y
15 de marzo, fue estrenada en el año 2015 en Londres y dirigida por David
McVicar, aunque en Barcelona quien se ha encargado de la reposición ha sido
la francesa Marie Lambert. Se trata de un montaje del Covent Garden, el
National Centre for the Performing Arts de Pekín y el San Francisco Opera.
Pasaban unos minutos de las 20.00 horas cuando arrancó esta obra,
exponente del verismo, que transmite la lucha por la libertad y el amor,
bajo la batuta del israelí Pinchas Steinberg, una espectacular escenografía
de Robert Jones y un vestuario de Jenny Tiramani, que reproduce con
exactitud el de los días del Terror, justo después de la revolución francesa
de 1789.
La obra, que se ha dedicado a la memoria de la recientemente
fallecida Carmen Mateu de Suqué, relata lo que ocurre entre el poeta Andrea
Chénier y el sirviente Carlo Gérard, ambos atraídos por la noble Maddalena
de Coigny, quien lo ha perdido todo a consecuencia de la revolución y
acabará recibiendo la protección de Chénier, lo que provocará la envidia de
Gérard, convertido en poderoso funcionario. Con ritmo muy cinematográfico,
esta exigente obra, de la que el mismo Giordano cuando vio los primeros
ensayos dijo: «Dios mío, qué he escrito», resulta un reto para todos los que
participan en ella. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|