|
|
|
|
|
el Nuevo Herald, 27 DE MAYO DE 2020 |
POR SEBASTIAN SPRENG |
|
Flamante y formidable Otello de Jonas Kaufmann
|
|
Si
toda nueva grabación integral del Otello de Verdi suscita
especial interés -e inevitable polémica sobre su héroe- ante
todo se impone rendirse ante una partitura colosal en su
perfección musicodramática y supremo exponente del genio
verdiano así como lo difícil de plasmar de su protagónico. Cada
registro completo en estudio, aparte de lujo per se conlleva la
responsabilidad de testimoniar lo mas granado de cada generación
de la que surge uno, a lo sumo dos tenores capaces de abordar
convincentemente al aguerrido moro de Venecia.
Desde la
posguerra, con mayor o menor éxito, se recuerdan los Otellos de
Mario Del Monaco, Ramon Vinay, Jose Luccioni, Jon Vickers,
Wolfgang Windgassen, James McCracken, James King, Carlo Cossutta
y Plácido Domingo que debutó a los 34 años augurándosele que
arruinaría su patrimonio vocal. Echando por tierra toda
predicción, el madrileño lo cantó un cuarto de siglo
convirtiéndose en el máximo exponente del personaje al que
Corelli no se atrevió y que tanto Bergonzi como Pavarotti no
acabaron de dominar. Ultimamente interpretado por Johan Botha,
Jose Cura, Aleksandr Antonenko y Gregory Kunde, al fin llega el
heredero del cetro. Después de personificarlo en Covent Garden y
Munich (esta última notable versión debería aparecer en DVD como
sucedió con la primera) a los 51 años desembarca Jonas Kaufmann
en el estudio con superlativos resultados. Podrá argumentarse
que la voz ha perdido cierto brillo si se lo compara con los
extractos que grabó en 2013, pero Kaufmann esperó como debía y
compensa cada tramo con una encarnación memorable, tan sólida
como sus Siegmund, Parsifal, Lohengrin, Florestán y Werther.
Todas las facetas del complejo personaje de Shakespeare via
Boito emergen en su trabajo minucioso, impecable, que enfatiza
las luces y sombras del personaje, una bipolaridad tan
amenazante como aterradora. Brutal, tierno, impredecible,
elegante, seductor, enloquecido, arrogante, finalmente
derrotado, su Otello deja una impronta imborrable, con una voz
de bronce oscuro que otra vez por momentos evoca al inmenso
Vickers. Hay en el magnético Kaufmann una entrega absoluta que
lo hace digno heredero de Domingo, ya no importa por cuanto
tiempo lo cantará, su personificación queda testimoniada para la
posteridad. Es lo que cuenta.
Lo secunda el letal Iago de
Carlos Alvarez (aunque imposible no recordar la fascinante
composición de Gerald Finley en Munich), que rivaliza en
atención con el protagonista, no en vano Verdi queria llamar la
ópera por el nombre del enemigo. El suyo presenta un ataque
frontal, no tan sutil como algunos ilustres antecesores pero de
innegable impacto, “Credo in un dio crudel” lo testimonia sin
vuelta de hoja como momento cúspide de la grabación.
El
nombre de Federica Lombardi es la novedad del registro que bien
pudo echar mano a otras Desdemonas mas famosas y experimentadas,
léase Ermonela Jaho, Sonya Yoncheva o su habitual partenaire
Anja Harteros como las primeras que acuden a la memoria. La
joven italiana no decepciona entregando una Desdemona
cristalina, límpida y cálida a la vez, contenida, de raiz
mozartiana, a la manera de Margaret Price, que contrasta
radiante con Kaufmann. Desde el duo Gia nella notte densa al Ave
Maria, Lombardi atrapa como una estrella que despunta. En el
triángulo fatal de la tragedia, es manantial y bálsamo frente a
dos titanes en pugna. Excelente el Casio de Liparit Avetisyan,
el papel con el que Kaufmann hizo su debut americano en Chicago
2001, al igual que el Lodovico de Riccardo Fassi y el Roderigo
de Carlo Bossi.
Es Antonio Pappano al frente de la
confiable Orquesta de la Academia de Santa Cecilia romana el
encargado de armar y completar el rompecabezas. Nuevamente
confirma su extraordinaria flexibilidad, el infinito cuidado por
sus cantantes asi como sus instrumentistas, palpado en los
concertantes y solos que combinan el mismo poderío y exquisitez
que trasunta Kaufmann de quien el director es su mejor aliado a
través de varias grabaciones igualmente notables y que denotan
la rendidora química entre ambos más la de los beneficiados que
los secundan.
Este impactante Otello conquista por su
heroísmo y también gracia, es un producto excepcional que
testimonia la evolución del tenor de nuestra década en el
personaje cumbre de la literatura lírica italiana para su
cuerda. (VERDI, OTELLO, PAPPANO, Sony Classical 886448058847)
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|