eldiario, 26/07/2018
EFE - Madrid
 
Konzert, Madrid, Teatro Real, 25. Juli 2018
 
Jonas Kauffman canta, por fin, en el Real y encandila al público
 
Nada más pisar esta noche el escenario del Real, Jonas Kaufmann ha sido muy aplaudido por el público, perdonadas y olvidadas así sus cancelaciones, pero nada que ver con la ovación, regalos y flores incluidos, que ha cosechado al final de su recital, dedicado a ópera francesa y Wagner, dos de sus fuertes.

En un paréntesis en sus representaciones de "Parsifal" en Munich, el "súpertenor" (Munich, 1969) ha viajado a Madrid para actuar, por fin, en el Real tras dos cancelaciones con el público, que agotó las entradas hace varios meses, totalmente entregado.

El concierto, estructurado con piezas de orquesta, dirigida por Jochen Rieder, trufando las interpretaciones de Kaufmann, ha durado dos horas y media largas, con tres bises incluidos, aunque él apenas ha cantado una hora.

Kaufmann, dueño de una fortaleza suficiente como para cantar papeles como "Otelo" y de la flexibilidad que demanda el "lieder", no se ha recreado como suele e incluso en algún momento su voz parecía algo "rozada" pero ha mostrado su dominio de cada registro, bruñido y viril cuando hace falta, atormentado y sombrío cuando así lo requiere la pieza.

Vestido con un curioso traje adamascado de color azul noche, con chaleco incluido, y corbata y zapatos rojos, Kaufmann ha rematado cada una de sus interpretaciones con una especie de suspiro de alivio al escuchar los aplausos, como si hubiera superado alguna difícil prueba.

Solo al final se ha relajado algo más y ha sonreído con naturalidad, mientras los espectadores le gritaban toda clase de piropos, de "guapo" a "grande" incluido un alemán "Himmlich, danke" (celestial, gracias).

La primera parte ha estado dedicada a la ópera francesa, la que ocupa su último trabajo discográfico, "L'Opera", y ha empezado con "Ah, lève-toi, soleil!", de "Romeo y Julieta", de Gounod, aplaudida con energía.

Luego, y tras interpretar la orquesta la "Danse Boheme" de la "Carmen suite número 2", de Bizet, ha cantado "La fleur que tu m'avais jetée", de "Carmen" y ahí han empezado los bravos a menudear.

A continuación, con "Rachel quand du Seigneur", de Jacques-Francois Halevy, ha estado más redondo que con la pieza que ha cerrado esa parte, "O souverain", de "Le Cid", de Massenet.

Tras el descanso, el alemán ha reaparecido para dedicarse a Wagner y ha comenzado con "Ein Schwert verhiess mir der Vater", de "Las Valquirias", seguida de "Morgenlich leuchtend im rosigen Schein", de "Los maestros cantores de Nuremberg", y de "In fernem Land", de "Lohengrin", con la que de nuevo ha sido aclamado.

Para los bises ha decidido empezar con "Pourquoi me reveiller", de "Werther", de Massenet, seguida de "Winterstürme", de "Las valquirias" y el lied "Traüme", ambos de Wagner,

Súperfeliz y emocionado de estar en el Teatro Real, según decía en un mensaje que ha dejado hoy en las redes sociales del coliseo, ha prometido que no dejará pasar 20 años para volver de nuevo.

Se refería a que su primera visita, y, hasta esta noche, única, al Real fue en 1999, cuando sustituyó al tenor Zoltan Todorovich en el papel principal de "La Clemenza di Tito".

En 2008 estuvo a punto de regresar con "Fidelio", pero una costilla rota se lo impidió y, en enero de 2016, tuvo que cancelar por "problemas de salud" tanto un primer recital de "lied" que tenía programado como un segundo concierto que compensaría la anulación.

Y debía ser serio el problema porque fue el año que anuló también, entre otros sitios, en el Metropolitan Opera House, donde iba a hacer "Tosca" y luego "Manon Lescaut", tras haber renunciado también a hacer el año anterior "Carmen".

El artista revelaba a EFE que había comentado lo de sus cancelaciones con Plácido Domingo, que mañana cantará en el Real en versión concierto la ópera "Thais", y que el madrileño le había explicado "que en los 70 había diez doce tenores a los que se podía llamar si uno se ponía enfermo y con los que el público quedaba satisfecho".

"'Pero tú, Jonas -añadió Domingo- estás en una situación diferente: no es que no puedan sustituirte por otro tenor es que a lo mejor no quieren hacerlo'".

Su última visita a España fue el pasado mes de marzo cuando cantó en el Liceo un memorable "Andrea Chenier", junto a la soprano norteamericana Sondra Radvanovsky y el barítono malagueño Carlos Álvarez, y recibió una ovación de diez largos minutos.
 
 
 






 
 
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