Recital masivo en Munich (29 de julio). Recital de lieder: “Die Schöne
Müllerin”, Copenhague (1 de agosto). Es capaz de cantar fragmentos de “La
Gioconda”, “Fausto”, “El trovador” y “Cavalleria rusticana” ante una
multitud, y tres días después sumirse en la intimidad para un intenso ciclo
de Schubert que interpreta sin pausa y sin partitura. Kaufmann (1969), con
su voz hecha mil detalles, musicalidad impecable y control dinámico
absoluto, ha convertido sus recitales de lieder en un lugar de
peregrinación. El público se negaba a dejar la sala de conciertos Tivoli
tras “La bella molinera”. “Die Forelle” vino como encore. ¿Qué lo
caracteriza? Un profundo conocimiento del texto unido a una voz
excepcionalmente hermosa y personal, capaz de expresar los matices más
sutiles. Su entrega es reflexiva, vulnerable y poderosa, joven y natural,
conmovedora. Él ya forma parte de la historia del canto de este siglo.
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