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Pro Ópera, Mexico, Noviembre -
Diciembre2009 |
por Ingrid Haas |
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Jonas Kaufmann Mozart, Schubert, Beethoven, Wagner
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En
su segundo álbum de arias de ópera, el tenor alemán Jonas Kaufmann se
adentra en un repertorio netamente teutón, con piezas de Mozart, Schubert,
Beethoven y Wagner, acompañado por el gran director Claudio Abbado y la
Mahler Chamber Orchestra.
La versatilidad de Kaufmann en estas arias es evidente, ya que adecua
maravillosamente su voz para las piezas de carácter lírico, como las dos
arias de Tamino de Die Zauberflöte de Mozart (único compositor no romántico
de este CD), el aria de Alfonso de la ópera Alfonso und Estrella de
Schubert, o las dos arias de Lohengrin. Explica, en las notas del disco, que
él piensa que esta música debe cantarse "a la italiana", con un fraseo
elegante, sin excederse en los forti y dándole la importancia necesaria al
texto.
Podemos escuchar cómo Kaufmann utiliza su experiencia en el
terreno del Lied para matizar e interpretar esta música de manera sutil y
con una introspección de los personajes. Su forma de relatar, a través del
canto, en el aria `In fernem land' es un claro ejemplo de la perfecta
conjunción entre la música y las palabras que Wagner compuso. Pero esto no
quiere decir que Kaufmann no pueda imprimir fuerza con su voz en las arias
de carácter más pesado, como el aria de Florestán del Fidelio de Beethoven,
el aria de Sigmundo de Die Walküre o las dos arias de Parsifal. Lo que
tenemos, en este caso, como con el disco de Alvarez que aquí también
reseñamos, es un tenor que sabe cómo expresar a través de su voz los
diferentes estilos que se le presentan y que da importancia a la
expresividad y al texto.
Escucharlo, además, en su idioma natal,
enriquece mucho la forma en que Kaufmann "dice las cosas" . Sus agudos
suenan cada vez más libres v brillantes, su centro es sonoro y sus graves
seguros. Kaufmann prueba con este disco que Wagner se puede cantar con
elegancia y estilo: que no es necesario "gritarlo", lo que permite dar
énfasis en el texto que pocas veces podemos degustar, al ser -gritado- por
otros tenores.
El contar con el director Abbado al mando de la Mahler
Chamber Orchestra hace que Kaufmann tenga un aliado perfecto para la
realización de este material. Es, sin duda, un disco que recomiendo
ampliamente, no solo por la calidad vocal que Kaufmann tiene, sino también
por la belleza del repertorio que escogió ilustrando el período romántico de
la música alemana. |
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