El Diario Montanes, 08.07.11

La excelencia de 'Lohengrin'

No se puede negar que el comienzo del dvd suscita un ralo interés, imputable sobre todo a la escasamente seductora puesta en escena: un decorado no siempre comprensible, si bien cómodo, tipo guardería infantil, con sus cunas. Sin embargo, los personajes, que emergen con trazo potente, comienzan a variar nuestra percepción. Posteriormente, cuando la grabación videográfica, con una cámara que los retrata y los sigue inteligentemente, mostrándolos de cerca, bien fotografiados y muy presentes, se nos olvida casi por completo la primera impresión. Y al fin surge lo esencial: este 'Lohengrin' lo interpreta la mejor orquesta que ahora mismo lo pueda hacer, con una sección de cuerda luminosa y un amplio y tranquilo aliento. Muy visiblemente Nagano entra aquí en plena complicidad con su orquesta y coros así como con la pareja estelar, Jonas Kaufmann y Anja Harteros. Mostrados minuciosmente, con una cámara detallista y una belleza de movimientos y de rostros a veces casi sublime, dejan una imagen tanto en canto como en actuación dramática y teatral cercana a la perfección: pocas óperas han sido grabadas con tal sensibilidad y acierto. Harteros nos ofrece un legato luminoso y un nocturno en el balcón que es casi un éxtasis, para alzarse en el tercer acto hasta la estatura de una Isolda extrema. Kaufmann lo tiene todo, empezando por un aura especial idónea para este papel, desde la intimidad del pianissimo hasta el metal más heroico. Ante semejante pareja el resto podrían llegar a ser comparsas, pero nada más lejos de la realidad: un nivel de conjunto excelente que funciona como una máquina perfectamente engrasada, desde el Rey de Fischesser hasta el Telramund de Koch y la plausible Ortrud de Michaela Schuster. Técnica y musicalmente excelente.